La
escritura nació de la necesidad de representar operaciones numéricas como una
primitiva forma de contabilizar sus precedentes (cosas que una persona produce o tiene), así como el cobro de impuestos,
por medio de dibujos simbólicos. Es lo que se conoce como escritura
cuneiforme.
A
medida que las ciudades estado de Summer crecían en tamaño, una estructura
social cada vez compleja requería de técnicas más sofisticadas para registrar y
almacenar las cuentas de las transacciones económicas, por eso se extendía
rápidamente por Irak.
Se
realizaba en tablas de arcilla. Estas tablas se reciclaban continuamente, si
los datos eran de interés y querían que fueran permanente se horneaban, y así
la tabla se quedaba dura. Para escribir se empleaba una caña biselada con la
que imprimían “cuñas”.
Al
principio el sentido de la escritura era vertical, de arriba hacia abajo y se
comenzaba por la derecha. Después más evolucionado fue horizontal de izquierda
a derecha.
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